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- Hacía mucho tiempo que no veía un partido tan malo. Como yo, creo qeu mucha gente, y lo que es peor, muchos aficionados del Deportivo Alavés. El de ayer, entre vitorianos y maños fue uno de esos partidos que no merece ganar ninguno de los dos equipos. Incluso me atrevería a decir que ninguno mereció ni siquiera un punto. Aburrieron hasta a las ovejas. Lo malo, o lo bueno, según se mire, es que para los aficionados al fútbol, el cabreo o la euforia pasa rápidamente, y quizás estemos ya pensando en el próximo choque, un decisivo Alavés-Tenerife.
- Lo mejor, sin duda, el resultado. Ya dijimos, tras empatar hace siete días ante el Oviedom, que era imprescindible empezar a sumar. En este sentido, el Deportivo Alavés consiguió su objetivo. Se sumó un punto nada más, pero se sumó. El punto, por lo tanto, lo voy a dar como válido. Otra cuestión bien diferente es hablar de fútbol, de espectáculo, de juego o de ocasiones. De todo esto, nada de nada, ni unos ni otros.
- Destacaría quizás por parte albiazul el esfuerzo y el derroche de energías, sobre todos cuando los de Mané se quedaron con diez tras la injusta expulsión de Gerard. El catalán, por cierto, se está empezando a convertir, desde mi punto de vista, en un hombre fundamental en los esquemas del cuadro vitoriano. Es el hombre de más calidad técnica del equipo, pero necesita espacios, responsabilidad y el balón. Además, que alguien, como por ejemplo Desio, que lo hizo bien hace una semana, le cubra las espaldas.
- Ayer volvimos a ver que Gerard y Pablo no pueden jugar juntos en este equipo. Uno de los dos tiene que acaparar el protagonismo creador en el centro del campo, y demostrado está que el equipo funciona mejor con el catalán que con el vitoriano.
- Por hablar de algunas cosas positivas quiero destacar la adaptación de Tito a la portería albiazul. Le tocó bailar con la más fea, ya que tuvo el día de su debut una dura papeleta. Afortunadamente, pues es un hombre de carisma, aprovechó su oportunidad. Una oportunidad que solamente pasa una vez en la vida. El puesto de guardameta en este equipo tan defensivo es vital, y debe de tener la confianza de todos: técnico, jugadores y afición. Y hablando de confianza, que se lo pregunten a Modragón, el guardamenta colombiano del Zaragoza, que ayer recibió toca clase de pitidos e insultos por parte de la afición.
- la verdad es que de el partido poco más puedo decir.Si acaso destaco el detalle de calidad del único gol albiazul, el trabajo de Jorge Azkoitia, que ayer me pareció un buen pulmón, y la incansable movilidad, un día más, de Magno. Si tuviera gol, sería un grandísimo jugador.
- Pese a estos elogios individuales, regreso a la realidad para volver a incidir en lo mal que jugó el equipo, ya que solamente lanzó una vez entre los tres palos. Afortunadamente, fue el gol de Gerard. y digo afortunadamente. Esta semana Desio comentaba que la fortuna debería de aliarse con el equipo. Pues bien, ahí la tenemos, y que no nos deje. En 96 minutos que duró el partido, ese solitario remate. Pobre bagage, pero bien rentabilizado.
- Más cosas negativas: otra vez, por cierto, la banda izquierda fue un desastre. El gol maño llegó por ahí. Menos mal que los aragoneses estaban negados de cara al gol y no crearon excesivo peligro, a excepción de los primeros minutos del partido.
- Terminó una jornada más y los equipos de la zona baja, necesitados de sumar puntos, algunos lo están haciendo: un puntito el Alavés, un puntito el Extremadura y tres un Valladolid que, momentaneamente se aleja de la zona de peligro. El domingo en Mendizorrotza, a vida o muerte ante el Tenerife. Este partido sí que puede empezar a aclarar posiciones.
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