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- Los 700 aficionados que se trasladaron a Salamanca vía autobús, vía coches particulares, soportaron uno de los peores partidos de la temporada. Segú se acerca el final de la misma, los puntos van adquiriendo más importancia. Este dato se transforma en tensión, disminuye la precisión y el buen fútbol. Eso es lógico y comprensible. Pero de ahí a que el equipo se vea arrasado por el colista de la categoría media un abismo. Esto no se debería de haber permitido.
- El 1-0 ante el Salamanca, una derrota por la mínima quizás para el que no vio el partido, no refleje el baño de juego que los charros dieron a los vitorianos. Los de Mané solo crearon una jugada de peligro, en los pies de Berti.
- Una vez más el Deportivo Alavés mostró su cara amarga, la desidiosa, la apática que muestra fuera de Mendizorroza. Lo bien que se hac en casa y lo mal que se hace fuera. Habría que buscar un punto intermedio. Ni tanto ni tan calvo. Eso sí, partiendo de la base de que este equipo es capaz de jugar bien al fútbol. En los últimos dos encuentros fuera de Mendi, pienso que Mané ha equivocado el planteamiento. En Valencia salió a comerse al rival, siendo los ches el equipo que mejor juega al contraataque. El resultado lo dice todo: 5-0. Ayer pasó lo contrario: ante un equipo que tiene problemas en defensa, los alavesistas no llegaron a las inmediaciones rivales. La posesión del balón fue para los charros y estos la aprovecharon.
- Siempre digo que si los mejores de un equipo son el portero y tres defensas, hay algo que no funciona. tito, Karmona, Berruet e Iva´n Rocha, todos ellos jugadores de conrte defensivo, junto a Sívori, fueron los mejores sobre el Helmántico. Parami, solo estos jugadores se libraron de la quema. Tito, una vez más, sacó varios balones de gol a los delanteros rivales que remataban solos ante el de Calahorra. En el gol de Silvani no pudo hacer nada. El dúo Karmona-Berruet, aunque tuvo algún despiste, estuvo sobrio, no solo cubriendo su zona, sino también saliendo innumerables veces a cubrir las bandas. Unas bandas desguarnecidas por Belsúe e Ibón Begoña.
- Una vez más, la banda izquierda estuvo especialmente mal cubierta. Ibón Begoña no pudo nunca con Edu Alonso, un hombre que circulaba por esa zona del campo cual modelo lo hace por una pasarela. Nadie le incomodaba lo más mínimo. Todavía me pregunto dónde estaba Begoña en la jugada del gol salmantino. No aparece ni en la imagen de la televisión. Tuvieron que ser Sívori y Karmona quienes tratasen de llegar a cortar el centro de Alonso. No lo hicieron, y su pase fue rematado por el Cuqui Silvani. Mané, tarde como siempre, se dio cuenta del pasillo que tenía su equipo en esa banda y se decidió por sacar a un rápido y seguro Iván Rocha, y afortunadamente se acabaron los problemas en esa parte del campo. Toda la temporada igual...
- El centro del campo fue un poema. Se notó en exceso la baja de Gerard, e incluso la del Vitamina Sánchez. Azkitia no supo suplir al catalán, Desio y Pablo estuvieron ausentes durante todo el choque. El vitoriano, incluso, en una jugada con superioridad, pecó de individualista. La inclusión del brasileño Magno en esa zona hubiera sido más acertada, pero el planteamiento inicial de Mané, conservador donde los haya, lo impidió. Ni Salinas ni Canabal tuvieron opción alguna. El mejor de medio campo hacia arriba fue Sívori, que corrió más kilómetros que el Correcaminos, de izquierda a derecha, de arriba a abajo, tapando a pablo e Ibón Begoña y lo que hiciera falta. Al vitoriano hay que levantarle un monumento en la Virgen Blanca.
- Mané optó tras el descanso por dar cabida al italiano Berti. Es un hombre qeu cuesta una pasta y que enla medida de lo posible debe de empezar a justificar lo injustificable de su fichaje. Tuvo la oportunidad de hacerlo delane de Stelea, pero estuvo lento y sin acierto en una jugada franca. De todas formas, puso empeño y ganas. Eso no le sirvió, e incluso protagonizó la anécdota del autobús. Fíjense lo poco integrado que estará que nadie se dio cuenta de qeu faltaba por subir al autobús del equipo cuando este ya había tomado el camino de vuelta a Vitoria.
- Un dato para la reflexión: Fue un hecho puntual, pero hay partidos en los que suele pasar que los jugadores altos, fuertes y que van bien de cabeza se sitúan de ocasionales delanteros centros. Esto pasó ayer con Berti y Berruet, que al final, buscando desesperadamente el empate se colocaron junto a Canabal en las inmediaciones del área. Para estos casos se podría utilizar a los Javi Moreno o Santi Revilla, cedidos en otros equipos. Los tenemos y los desaprovechamos. Así es el fútbol... una frase que ami no me consuela en absoluto.
- Pese al desastre de ayer, sigo pensando que el calendario es benévolo con los albiazules y que, a falta de cuatro jornadas, sus rivales más directos -Extremadura, Villarreal, Tenerife y Salamanca- serán los que terminen en las cuatro últimas posiciones de la tabla.
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