Informaciones sobre el Deportivo Alavés

Glorioso 0 - Celta 0: El nuevo Alavés comienza sumando

04/5/2003 - 13:19 - Enviada por fidel
Se inició la tercera época de Aranguren el el Glorioso, y se sumó un punto, algo que a priori podía parecer un magro rendimiento para un partido calificado como final pero que con la perspectiva de play-orr de siete partidos con la que el nuevo técnico ha querido envolver de épica y recuerdo una escalera de encuentros que puede conducir al primer o al segundo piso del fútbol profesional. Hubo Alavés nuevo, con recuperadas virtudes pero con defectos contrastados por el cambio. El tiempo dirá si el tardío cambio de entrenador servirá para mantener la categoría, pero por lo hecho por el Deportivo Alavés ante el Celta sí que se puede empezar a afirmar que este cambio de timonel ha merecido la pena. El equipo ha logrado un empate fruto de sus limitaciones y de las virtudes del rival, sin especular de inicio con el resultado, solo guardando la ropa cuando se llevaba casi todo el partido nadando. Atrás ha quedado el Alavés especulador que al final pagaba frecuentemente su cicatería con la derrota. Ahora se ve, por otro lado, cómo el equipo ha llegado fundido físicamente a este final de campeonato, quizás lo más preocupante en este play-off en el que habrá duelos que se presumen intensos. Y permanece el Alavés romo, negado cara al gol, lo que ha quedado más en evidencia cuando, jugando al toque, se ha conseguido llegar con una frecuencia poco usual a las inmediaciones del área rival. Viendo a Aranguren en el banquillo -y fuera de él- la memoria echaba en falta a Manolo Serrano delante. ¡Qué tiempos!

Los cambios realizados por Aranguren en el equipo dieron un resultado desigual. El regreso de Abelardo al eje de la zaga, haciendo tándem con Téllez, sirvió para mostrar que, una vez más, el paso por la grada ayuda a aclarar las ideas. Su duelo ante Mido, una de las últimas revelaciones de la liga, se saldó con una victoria sin paliativos de la zaga albiazul, con Abelardo rehabilitado. No muy distinta ha sido la historia por bandas, donde estaba el morbo del partido, al ver por un lado a Karmona recuperando una posición en la que llevaba más de un lustro sin jugar, y por otro a Lloréns, protagonista hace unos días de unas declaraciones sobre la afición poco afortunadas. El bermiotarra no ha sufrido en su labor defensiva, y se ha incorporado en ocasiones al ataque, aunque en la segunda mitad ha quedado en evidencia su falta de fuelle tras alguna aventura ofensiva. Su presencia en banda estaba motivada, según el míster, por la necesidad de cubrir las espaldas a Magno. El italo-brasileño ha ido de más a menos. Un pase suyo, cuando mejor estaba jugando el Alavés mediada la primera mitad, habilitó a Rubén Navarro, que envió el balón al poste. En la segunda mitad ha sido el primero en abandonar el terreno de juego, cuando su juego tenía ya la cadencia del de Garrincha, solo que en unos tiempos en que se juega el doble de rápido que en los años sesenta.

Quien ha estado más participativo y acertado que en los últimos tiempos ha sido Lloréns. El lateral zurdo no ha recibido ninguna muestra de protesta por sus extemporáneas manifestaciones de hace unas fechas. Antes al contrario, tanto él como el resto del equipo se han visto apoyados por una afición que ha poblado abundantemente Mendizorroza y que ha apretado lo suyo. Por delante de Lloréns se encontraba, en posición de interior, Iván Alonso. El uruguayo ha acusado en exceso el escoramiento a banda. Tampoco ha estado afortunado cara al gol, especialmente en una asistencia de Pablo mediada la segunda mitad, cuando el charrúa ha optado por rematar de cabeza cuando tenía opción de parar la bola y rematar con el pie.

La principal novedad en el juego albiazul ha llegado en la medular, donde Astudillo y Helguera constituían un novedoso doble pivote, con Pablo de enganche por delante de ellos. El equipo ha intentado jugar al toque, olvidando el juego directo. La batalla ha sido importante, ante Luccin, Angel y José Ignacio, un juego de presiones por parte de ambos equipos en el que el Alavés ha conseguido, con un derroche físico importante, generar ocasiones de peligro. Aquí también el equipo ha ido de más a menos físicamente, aunque el desgaste del rival ha sido también importante, lo que ha permitido mantener la igualdad durante todo el partido. Tan solo algunos desajustes puntuales, en momentos en que la distancia entre defensa y medular se ha visto incrementada en momentos de presión albiazul, han permitido acciones de contraataque celtinhas, que han podido llevar el gol al casillero visitante. José Ignacio, Angel y Berizzo en la primera mitad y de Gustavo López y Luccin en la segunda parte lo han intentado, sin éxito ante la meta de Dutruel.

La entrada de Ilie faltando media hora ha aportado chispa cuando el equipo, tras una intensa primera mitad, iba perdiendo fuelle. El rumano se ha desenvuelto como pez en el agua en el juego a toque corto con el que el Alavés ha intentado descerrajar el dispositivo defensivo céltico, y ha intentado el desborde en los momentos, avanzada la segunda mitad, en que los albiazules han intentado jugar al contraataque. Ha visto una amarilla por simular un penalti cuando encaraba ya a Cavallero, ha puesto un pase de oro a Rubén Navarro que el punta no ha logrado anotar y, en un toque de magia, ha intentado batir al meta visitante con una vaselina que casi logra su objetivo.

En medio de la lluvia y el granizo, el nuevo Alavés a plazo fijo ha iniciado su andadura ofreciendo una nueva imagen más creativa, aunque, por desgracia, igual de efectiva cara al gol. El sábado, en el Calderón, llegará el segundo partido de este play-off. De momento, queda una jornada menos y un punto menos para la salvación.