por Mikel Sagarduy
25/noviembre/1.999
|
Mala es la temporada que de momento esta realizando el R.C.D. Espanyol. La campaña pasada a estas alturas, en la jornada decimosegunda, el Espanyol tenía 13 puntos y nosotros 12, es decir, ellos estaban en el lugar decimoséptimo y nosotros en el decimoctavo. Esta temporada los pericos tienen 15 y nosotros 14, eso sí, con un partido menos. ¿Quiere esto decir algo? Salvo la casualidad, vemos que nuestro próximo contrincante está muy por debajo de sus posibilidades y que de perder el domingo pasaría a engrosar el peloton de los torpes.
Además hay dos próximas salidas lejos de Montjuïc que serán para jugar en el Ruiz de Lopera y en el Bernabéu. Por lo tanto, todo indica y así lo corroboran las palabras de Brindisi, que pondrán toda la carne en el asador por conseguir los tres puntos. La situación puede ser parecida a la de Anoeta en cuanto a planteamiento de partido. Tienen bastantes problemas de creación en el medio campo. Por lo tanto, presionar y salir rapidamente a la contra va a ser una baza que ya le dio resultados al Mallorca el pasado domingo.
Pero, ¡cuidado!, porque los de Brindisi en cualquier momento darán el salto en la clasificación. El año pasado se quedaron a dos puntos de la UEFA por detrás del Depor después de que, como ya he dicho, ocuparan puestos de descenso en el primer cuarto de liga. Y es que la cantera tienen como distintivo la irregularidad. La lección que nos dieron el año pasado fue la paciencia siempre necesaria par un proyecto serio de cantera.
El máximo responsable de que el Espanyol pase de ser uno más a uno de los que quiere cultivar unas señas de identidad destacadas ha sido Miguel Angel Brindisi. Mejor dicho, ha sido una situación insostenible provocada por la deuda acumulada en años y años de derroche con fichajes y más fichajes. Encontraron en Brindisi al hombre adecuado. El entrenador perfecto para realizar la transición del derroche y la mediocridad (descenso a Segunda incluido) a la juventud, ilusión y estabilidad económica que proporciona la cantera.
Este equipo es un ejemplo para el Deportivo Alavés. ¿Por qué?. El Espanyol ha hecho la apuesta de un año para otro. Mejor dicho: el proyecto empezó con la destitución de Bielsa y la llegada de Brindisi, de un día para otro. Bielsa, que no quería jugar la Intertoto, mandó a los del filial y a los descartes a jugar dicha competicion, llegaron a la semifinal y ahí quedo el asunto. Bielsa se quitó el asunto de encima. Miguel Angel apostó firmemente por ellos junto con Flores (responsable de las categorías inferiores). Tras muchos años despreciando a los jóvenes (prueba de ello son las cinco temporadas que ha estado fuera Manolo Serrano o los casos de Jordi Masnou, Jaume, Eloy, Diego Ribera, y un largo etc.) de un día para otro llegan los Sergio, De Lucas, Tamudo, Capdevila, Serrano, Rivera, y los que les siguen: Balbuena, Lopo, Manolo o Javi Lopez, en detrimento de los Galca, Brnovic,
Nando, Esnáider o Pochettino (a punto de ser traspasado).
Esta es la historia que tanto miedo da en Vitoria total para terminar como el Logroñés, puesto que en palabras de Miguel Angel Pascual, este club solo puede producir 2000 millones de pesetas y, con ese dinero, si no se busca la alternativa de la cantera, más pronto que tarde acabaremos como el Logroñés.
Brindisi nos demostró de un día para otro lo que Gonzalo Antón promete año tras año durante 10 temporadas; y recuerdo que el filial espanyolista milita en la Tercera División tras el descenso del año pasado.
|