Fidel Gómez Vitoria, 13/marzo/2.000
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- Se acabó la polémica. Un partido vibrante, con altibajos en ambos equipos, con roces, ambiente en las gradas, goles y victoria local. Al final triunfó una vez más la fe de este Glorioso, de sus jugadores, profesionales en puertas de conseguir una cota histórica no solo para el equipo, sino para ellos mismos.
- Quizás la profesionalidad de los jugadores del Glorioso es de lo único de lo que no se había dudado estos días. Todo lo demás estaba poco claro. La afición alavesista es en gran parte sobrevenida, gente que se ha apuntado al carro al calor de la Primera División. Eso es lógico, y todos juntos, los antiguos y los nuevos, somos el apoyo desde la grada de este equipo y contribuímos, con nuestro dinero y con nuestro aplauso, a hacerle grande.
- Pero sigue habiendo tics de equipo pequeño. Hoy, en el descanso, me he encontrado con un aficionado de los de siempre indignado por lo que el veía estaba siendo un tongo descarado. No se qué partido estaría viendo el colega... Antes de acabar el partido, ya con el 2-1, otro aficionado con décadas tras el equipo salía del campo diciendo "esto no, esto no está bien". Ya en la calle, este seguidor, alavesista hasta las cachas, repetía el estribillo que se ha oído estos días en Gasteiz de devolver favores y de que quizás al año que viene nos veamos con los papeles cambiados.
- Ha sido una semana de catarsis para los alavesistas. Nos hemos visto, por primera vez posiblemente en nuestra historia, como un equipo grande, y a muchos les ha dado miedo. Eso no se lo han inventado los medios. Como tampoco se han inventado la opinión, más o menos extendida, de que había un favor que devolver. Ha habido dudas, ha habido gente que, por las razones que fuesen, han deseado que el equipo perdiese. Se daban por satisfechos con lo conseguido. El equipo se ha encargado de zanjar cualquier atisbo de duda. El Alavés aspira a todo, y no está para regalar nada.
- Porque tenemos un equipo que no nos lo merecemos. Gente sin nombre excesivo en el mundo del fútbol. Hombres, no nombres. Gente que nos está dando, con altibajos, con mayor o menor técnica, con mayor o menor suerte, un año que difícilmente olvidaremos. Unos auténticos mercenarios del fútbol, en el mejor sentido de la palabra, una gente que lo da todo por quien le paga, que somos todos nosotros. Incluso aunque algunos de nosotros a veces les pidan cosas equivocadas. Unos jugadores con todo por ganar y nada que perder. Unos jugadores que, insisto una vez más, van a ser los próximos campeones de liga. Y si hay algunos que se crean mejores, que lo demuestren en el campo.
- El derbi ha sido el derbi de Javinho. Y el de Téllez. Y el de Magno. Y el de Kodro, al menos en la primera parte. Y el de Herrera, al que solo le falta parar el balón con las orejas. Y el del resto de jugadores que han luchado hasta el último minuto, con gran parte del partido por debajo en el marcador. Han vuelto a hacer verdad lo que hubiese dicho el difunto Juanito: "Noventa minuti son molto longos en Mendizorroza".
- Sobre la Real, ¡qué decir...! No es un equipo malo, desde luego no es de los peores que han pasado por Mendi. Hay gente como Khokhlov que me encantó. Pero, ¡amigo!, como no remates con 0-1 y te vengas atrás -si Mané hace algo aprecido a quitar a De Paula para meter a Gómez le montamos un pollo histórico- te puede pasar que te coman por las patas. Y más cuando el rival tiene hambre atrasada de casi ochenta años. Ojalá se salven. Seguro que se van a salvar.
- Y el domingo, el Celta. Tenemos semana animada. El club se va a encontrar con el Plus en la mesa de la negociación. La tele de las rayas parece que se empieza a interesar por el Glorioso, y parece ser que el contrato firmado en su momento, con el Alavés recién ascendido a Segunda, no se hizo demasiado bien por parte de los de la tele, lo cual ha llevado al conflicto. La solución, seguro, se llama millones. A ver cuántos se pueden sacar. Si la talegada es buena, a lo mejor no hay que traspasar a nadie. ¡Suerte!
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