Fidel Gómez Vitoria, 9/abril/2.000
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- Volvió la realidad a Mendizorrotza. Equipos correosos, que pelean hasta la extenuación por puntos que significan seguir luchando por diferentes objetivos. Equipos no carentes de argumentos técnicos, con gotas de calidad.
- El Espanyol es uno de esos equipos, y -lo cual es motivo de satisfacción- nuestro Glorioso también. Cuando chocan dos máquinas de presionar, de ganar por asfixia al rival, puede que el partido acabe sin goles. Ayer sucedió así.
- Existe un cierto fatalismo entre los aficionados alavesistas "de siempre". La historia de este equipo está trufada de fracasos y decepciones. Ayer percibí algo de ese sentimiento cuando hablaba con gente en el descanso y tras el partido. Desde quien decía que a la liga no le interesa que el Alavés juegue en Europa, a quien hablaba de una merma de motivación de los jugadores tras conseguirse la permanencia. Hay gente que empieza a dudar de las posibilidades del equipo. Particularmente pienso que no pasa nada. Simplemente, que el equipo no acierta tanto cara al gol como hace un par de meses. Percibo la misma lucha, los mismos arguementos, incluso más ambición táctica. Simplemente, la pelota no entra. Y, por suerte, tampoco en nuestra portería.
- Esa es la lectura positiva de las últimas tres jornadas: cero goles marcados, dos puntos. Un rendimiento excelente para un equipo en supuesta crisis. Y la UEFA cada vez más cerca, porque los demás tambien pinchan.
- Hubo cosas curiosas en el partido. Por ejemplo, la presencia de Téllez anestesiado. Me pareció un riesgo innecesario. Eggen anda bien, y Téllez llevaba dos semanas sin entrenar apenas, así que jugarse un lesión sacando al madrileño infiltrado no tenía mucho sentido. Además, alguna de las pifias que hizo Oscar estoy seguro que fueron por no estar en condiciones plenas.
- Y volvió Serrano. Se le quiere a este hombre en Gasteiz. Como diría algún participante en el Tablón, volvió dios a Mendizorrotza. Eso sí, ayer hubo revolución en el cielo, porque la partida se la ganó a dios un santo: San Antonio Karmona. Soberbio el capitán: anticipación, riesgo, seguridad... el mejor, a mi juicio.
- Y, paradójicamente, con la derrota del Celta, resulta que se acaba la jornada con el equipo más asentado en zona UEFA. La liga parece que se ha esfumado, pero Europa va tomando cuerpo.
- Y, para acabar, una maldad mediática. Con el cambio de indumentaria del portero del Espanyo, la portería del Espanyol parecía el Estudio General de Medios, con el butano debajo del larguero.
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