21/1/2001 - 16:07 - Enviada por fidel
Esto no va. Cuarta derrota consecutiva, el equipo pasa de zona UEFA a zona de pre-acojone, nos gana un rival haciendo lo que le sirvió al Alavés para salvar el pellejo in-extremis hace dos temporadas, en la grada se empiezan a oir algunos pitos...
Estamos aterrizando de manera bastante brusca. Hemos pasado en poco más de un mes de ser segundos en la liga a mirar hacia abajo con cierto sudor frío. Nos habíamos acostumbrado al caviar, y empezamos a ver que la despensa se vacía. ¡Si hasta nos ha adelantado en la tabla el Athletic...;-)!
El Numancia me cae bien. Son gente que sabe que las va a pasar canutas, y que ayer hizo algo al respecto. Tranquilidad, aguantar mecha, evitar que el rival juegue cómodo y, si se empeña, le hacen un gol. O dos. El caso es que sin hacer nada del otro mundo, el pasado año nos empataron y este nos han dado p'al pelo. Y lo peor es que no se me ocurre ninguna argumentación para decir que su victoria no ha sido merecida.
En nuestro equipo hay jugadores que no van bien. Lo de "¡Téllez Selección!" se ha olvidado por completo, la camiseta albiceleste se muestra como misión imposible para Herrera y Astudillo, la sociedad Jordi-Javinho está en quiebra sin haber dado apenas beneficios, Magno últimamente quiere poco y puede menos... jugadores llamados a ser fundamentales están pasando un bache simultáneo, y eso se nota.
¿Quién era hasta ayer el jugador más regular del centro del campo? Y digo hasta ayer, porque dejar a Tomic fuera del once titular, con la que está cayendo, parece una estupidez, salvo que la decisión la tome Mané. El de Balmaseda no se va a tirar piedras contra su propio tejado, y además merece nuestra pleitesía porque nos ha llevado a donde no soñábamos. Por eso, el dejar fuera del equipo al serbio mientras otros jugadores de rendimiento más bien mediocre siguen entre los titulares es cosa que merece el mayor respeto. Pero, insisto, porque la decisión la tomó Mané, que si no...
El equipo salió con algunas ideas grabadas a fuego en el coco. De momento, se olvidaron los individualismos en ataque: pases al jugador desmarcado, balón movido de adelante hacia atrás, de derecha a izquierda... Nunca se hicieron tantos cambios de juego, nunca se renunció tanto al disparo a puerta en beneficio del compañero, aunque estuviese éste en peor posición.
Tampoco había visto nunca a Contra renunciar tantas veces al intento de quiebro a su marcador para buscar la línea de fondo. El rumano descubrió ayer la línea de pase a Astudillo y la usó con frecuencia. Todo con tal de no dejar desguarnecida la defensa.
Y delante, de nuevo Javinho. El hombre peleó, sacó algunos pases de genio, intentó movimientos sin balón, se entendió bien con Ivaninho, pero apenas chutó. Sometido a un marcaje férreo, se llevó a sus guardianes para intentar abrir algunos huecos, pero el resto del equipo no acompañó.
Para colmo de males, no hubo "reacción-épica-de-los-últimos-minutos-que-maquilla-el-resultado". En su lugar vimos "pues-si-no-marcas-y-me-lo-pones-a-huevo-ya-pongo-yo-el-cero-dos-que-seré-malo-pero-no-tonto". La repera, vamos.
Acabaré de manera positiva. Queda mucha liga, hay margen de puntos suficientes con la cola como para no ponerse demasiado nervioso, este equipo estuvo a punto de ser líder no hace mucho, este técnico conoce a este equipo como la palma de su mano... argumentos todos ellos que inducen a pensar que estamos ante una crisis pasajera. Mané dijo tras el partido que es en estos momentos cuando hay que estar más tranquilo. Y tiene razón. Esto se arregla ganando al Las Palmas. Y esta temporada ya demostró el equipo que es capaz de hacerlo. A ver si lo es de repetirlo. Suerte y, ahora más que nunca, ¡Aupa Alavés!
